La habitación de este niño presenta una enorme cantidad de muebles infantiles, incluidos un sillón estilo puff, un escritorio de acero antiguo aunque elegante, y un gran armario para guardar juguetes y ropa. Varias de las ventanas y un ventilador de techo proveen abundante luz y aire, mientras que proporciona un espacio amplio para jugar.
Una pared corrediza puede abrirse para pasar a una habitación contigua, o para dejar un espacio para juegos. Asientos colgantes permiten a los niños balancearse dentro de sus propios dormitorios.
Siguiendo con el asiento colgante, es un lugar ideal para acurrucarse y leer un libro. Cuando, el caso de las niñas, no esté pegando fotografías de sus artistas favoritos a la pared, puede ser encontrada en su “escondite secreto”, accediendo por la escalera empotrada a la pared hacia un espacio sobre el armario.
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