En este caso, McAloon decoró este árbol con adornos azules y plateados. El único secreto para que esta combinación quede elegante, es contar con un árbol obscuro, preferentemente negro. Esta es una forma de asegurarnos de que los adornos tengan un alto contraste entre sí para aumentar el dramatismo.
Para tomar ventaja de las posibilidades que nos brinda el blanco y negro, Valencich utilizó un árbol con ramas blancas, al que luego le añadió piñas negras. Como retoque principal, creó la sensación de nieve para lograr el contraste perfecto, ya sea utilizando telas, aerosol o cintas.
Para lograr el contraste, Valencich agregó una serie de adornos tradicionales en color rojo, verde y dorado. Como toque final, añade cintas metalizadas y hojas doradas.
El oro añejo es una de las tendencias esta temporada, por lo que Valencich ha decorado este árbol con pintura dorada en aerosol, y luego le ha dado pequeños “disparos” con aerosol blanco para simular la nieve. Este efecto da al árbol un suave resplandor. En este caso en particular, el árbol resultó ser muy angosto, por lo que la solución pasa por colocar algunas hojas de laurel doradas y adornos de gran tamaño.
Por último, la obra de Valencich tiene un aspecto clásico, con dorados, verdes y rojos profundos, que ayudan a mantener una apariencia coherente con el resto de la casa.
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